Los drones militares están cambiando, al igual que las guerras que libran. Esto es lo que está pasando ahora. Los drones han cambiado la guerra con equipos, incluidos pilotos, abogados militares y comandantes, potencialmente a miles de kilómetros de distancia del ataque.
El dron explora el cielo en busca de su objetivo, y una tripulación controla desde la distancia, la correcta trayectoria del dron para alcanzar el objetivo. Se lanza el ataque, y la explosión destroza edificios colindantes, vehículos y personas con extremada rapidez y con sorprendente facilidad.
La Guerra con Drones en 2021
Lo primero que hay que saber es que el dron, el vehículo aéreo no tripulado, es solo una parte del sistema. Una tripulación en tierra en los Emiratos Árabes Unidos podría lanzar un dron Reaper al aire, pero luego ceder el control a una tripulación diferente ubicada en la Base Creech de la Fuerza Aérea en las afueras de las Vegas.
Los operadores de drones militares, forman un equipo disciplinado que trabaja desde estaciones de control terrestres de alto secreto, donde las pantallas TFT y de ordenador, iluminan una gran sala semioscura. Dichos dispositivos conforman una infraestructura de red masiva de satélites, centros de datos y cables de fibra óptica.
Dependiendo de la misión, podrían estar involucrados decenas de analistas de imágenes. Si hay un golpe letal sobre la mesa, la llamada «cadena de muerte» lleva abogados y comandantes al proceso.
En resumen, una gran cantidad de equipo tecnológico y humano, donde la mano de obra se destina al funcionamiento de los drones militares.
Esta es una de las razones por las que los militares prefieren términos como «sistema aéreo pilotado a distancia» (RPAS) a «dron»
Todos los estrategas militares de todos los países, consideran a los drones como un sistema armamentístico y de ataque y contraataque, revolucionario, en el sentido de su evolución tecnológica imparable.
Grandes y poderosos drones como el Predator y el Reaper, sirven a la Fuerza Aérea de Estados Unidos para ejercer poder sobre todo el mundo.
Equipados con tecnología de vigilancia de alta capacidad, estos drones pueden brindar apoyo a los soldados y a las tropas en tierra, y lanzar sus propios ataques selectivos. Y pueden hacer todo eso sin exponer a sus propias tripulaciones al peligro.
Los partidarios convencidos de las cualidades de los drones de guerra, afirman que éstos hacen que la guerra sea más segura para civiles y soldados, al hacerla más técnica y precisa.
Pero no todo el mundo ensalza la tecnología de los drones. Miles de personas han muerto solo en ataques con aviones no tripulados estadounidenses.
Las personas que viven bajo los drones en Afganistán, Pakistán, Yemen, Gaza y otros tantos lugares, informan de una ansiedad constante, sin estar seguros de cuándo llegará el próximo y repentino ataque. Y hay evidencias que sugieren que los ataques con drones alinean y radicalizan a los ciudadanos que sufren los ataques, sembrando así la semilla del odio, para una mayor violencia.
Entonces ¿Qué está cambiando?
Los drones militares más emblemáticos del mundo están a punto de desaparecer. Estados Unidos terminó oficialmente las operaciones de Predator hace tres años y el año pasado anunció que reduciría la producción de Reapers más rápido de lo esperado.
Eso es en parte debido a que la tecnología está obsoleta. Pero también se debe a que las guerras futuras pueden ser muy diferentes a las recientes guerras estadounidenses en Irak, Afganistán y África.
Estas guerras enfrentaron una maquinaria militar avanzada contra ejércitos, insurgentes y grupos terroristas mal equipados. Ahora, ISIS está ampliamente derrotado y la caza de terroristas en todo el planeta ha perdido su brillo.
Los planificadores militares miran hacia los conflictos del futuro. Para EE.UU. y sus aliados como Australia, esto significa una posible guerra con Rusia o China.
El dron Reaper clásico es básicamente un planeador enorme con un motor de cortadora de césped elegante anclado en el medio. Eso los convierte en prácticas de tiro para una fuerza aérea avanzada como la de China o Rusia.
La guerra de drones de la vieja escuela seguirá ocurriendo, pero no estará en el escenario principal.
Las nuevas tecnologías de drones a punto de despuntar, vienen con muchas formas diferentes, tamaños y tecnología diferentes. La mayoría están impulsadas por los avances en el procesamiento informático y la inteligencia artificial, tanto como por el diseño aeronáutico.
En las pruebas AlphaDogfight del año pasado en los EE.UU. un dron controlado por IA venció repetidamente a uno de los mejores pilotos de combate de la Fuerza Aérea.
Debido a que los drones impulsados por inteligencia artificial no sienten la fuerza G ni experimentan el mismo deseo de auto-conservación vital, pueden tomar riesgos y realizar maniobras que incluso los mejores humanos no pueden o no quieren.
Este tipo de control de IA permite un enjambre de drones, que se han promocionado durante años pero que ahora se están probando sobre el aire. Este sistema de enjambre, quiere decir básicamente que los drones se comuniquen entre sí para lograr el objetivo de una misión: un enjambre puede tener tan solo media docena o hasta mil drones trabajando todos juntos, al unísono, y perfectamente sincronizados.
Los drones pequeños ya son más comunes que sus primos más grandes. Hoy en día, casi todas las operaciones terrestres de EE.UU. traen consigo un dron táctico Raven que puede ser lanzado por un solo soldado para dar a los oficiales en tierra una vista aérea desde el cielo.
Pronto, podrían llevar un kit de nano drones para operaciones futuras.
Informe completo y fácil de entender.